En este post analizamos el tipo de poesía de Juan José Barcia Goyanes.
Juan José utiliza en su poesía todo tipo de métrica, mostrando una gran capacidad para los versos alejandrinos y aún mayores y también para los endecasílabos. No abunda en el soneto clásico, aunque muestra suficiente habilidad. Así en un soneto al Dr. Picardo, de Castellón, con el que mantenía cierta correspondencia poética, le contesta en una ocasión:
“Recibí tu soneto. ¡Que alegría!
Veo
que vas venciendo tu dolencia
no
sé si con ayuda de la ciencia
o
apoyándote solo en tu energía.
Me
comparas con un pino. ¡Que ironía!
creerte
fuera un signo de demencia
y
aunque sufro del tiempo la inclemencia
mi
cerebro funciona todavía.
Quién
soy yo, lo sé bien : el poste erguido,
privado
de sus hojas, triste y seco,
que
soporta los cables del tendido,
y
allá en el duro invierno presta oído
a
los sones que pasan, como el eco
de
aquella voz que se tragó el olvido”
Como el eco 2001
No
se trata de poemas largos en general.
Prefiere composiciones cortas donde
agrupaciones de serventesios predominan muy por encima de las demás.
Otras construcciones como octavas reales o sonetos atípicos. A menudo breves
versos de arte menor, como pequeños
dardos lanzados al aire, como preguntas o como pensamientos íntimos:
La
juventud, tanto tiempo,
éso
que llaman así,
hace
que huyó, que hasta ignoro
cuando
fue que la perdí.
¿La
perdí? Si es que hasta dudo
si
la tuve alguna vez
o,
lo que siempre he vivido
no
ha sido sino vejez.
Canto de cisne (1988)
Se
muestra muy estricto con la rima; predomina la consonante, y de no ser así mantiene una rima asonante aunque sea cada tres o cuatro versos, y, a duras penas,
llega a liberarse de ella. Esto ocurre sobre todo en las últimas obras, a favor
del ritmo, que también domina:
He
leído unos versos de Pessoa
me
asombra la pobreza de mi mente.
Mi
conciencia no tiene contenido
es
solo el eco del pasar del día,
igual
que fuera mi cerebro un muro
que
devuelve otra vez todo sonido.
Y
encima, mi rutina. Cada día
igual que el anterior. Cambiar no
quiero
habría
de pensar ¿Por qué este cambio?
¿Qué
es lo que voy a hacer? Mejor lo mismo;
Como el eco (2001)
Terminamos hoy con este breve verso:
Yo soñé que era poeta
y
que nadie me escuchaba,
mas
yo, feliz o doliente,
cantaba
siempre, cantaba
Canto de
Cisne (1988)
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