Aquí tenemos una de sus últimas poesías, fruto de su sensibilidad poética y su profunda Fe y confianza en Dios. Lleva el título del Salmo 6,8: "Señor, tú conoces mi ignorancia":
"Me llamaron maestro. Nunca por tal me tuve//
mas en pos de la ciencia mi andar encaminé//
y la busqué incansable al correr de la vida//
con el ardor que un día animó a Cohelet.//
La busqué cuando niño apenas balbuceaba//
La busqué cuando joven crecía mi vigor//
cuando hombre, maduro, mis sienes agrisaban//
cuando, ya pobre viejo, mi paso se acortó.//
Me cansé caminando por sendas pedregosas,//
no he perdonado esfuerzo, mi reposo acorté//
y al fin de la jornada, con los pies doloridos//
en mi morral vacío cosa alguna no hallé.//
Señor, Señor, hoy, tarde, cuando el sol de mi vida//
se oculta en occidente, una cosa aprendí://
que en mi busca sin pausa, yo erraba mi camino,//
que la Ciencia la entregas al que te busca a Tí."
2 comentarios:
Magnifico!
Lección para todos. Especialmente a aquellos que nos dedicamos al estudio y la ciencia.
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