"El Siervo de Dios y su esposa solían ir diariamente a recibir la Eucaristía. Cuando ya no podía salir, su hija Angeles -religiosa- le llevaba la Comunión.
Cuando al Siervo de Dios le faltaba un mes para su muerte le pidió a su hija que fuera a encargar a los PP.Capuchinos una Eucaristía diaria "NO PARA QUE DIOS ME CURE, SINO PARA QUE ME DE FORTALEZA PARA ACEPTAR CON GOZO Y CON PAZ LAS PEQUEÑAS MOLESTIAS DE LA ENFERMEDAD". Ahí demuestra su FE, su ACEPTACIÓN, su MISERIA. Sabía que sin la fortaleza de Dios no somos nada.(tenía 101 años)."